EDITORIAL: A un año de la ley Karin

EDITORIAL: A un año de la ley Karin

Hoy se cumple un año desde la entrada en vigencia de la Ley Karin, la que fue diseñada y aprobada para cambiar las relaciones laborales de modo de prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo. Dicha legislación, que modificó el Código del Trabajo y normas laborales en el sector público, no ha estado exenta de complejidades en su implementación, observándose diversos problemas y desafíos pendientes, principalmente relacionados con las demoras que ha habido para adaptarse a esta nueva legislación. 

Desde Confedeprus valoramos la entrada en vigencia de esta ley, ya que representa un avance respecto del enfoque más bien reactivo que existía ante el conflicto, el cual ahora está centrado en la prevención, obligando la normativa al empleador a hacerse cargo del acoso y la violencia en el trabajo, debiendo investigarla para determinar responsabilidades y sanciones. Sin embargo, es en su implementación en donde ha habido trabas, señalándose como una de las principales la falta de recursos con que la Dirección del Trabajo y las instituciones públicas han debido hacer frente a la gran cantidad de denuncias presentadas por acoso laboral. Es por ello que el pasado 11 de junio junto a la diputada Ana María Gazmuri ingresamos diversas indicaciones de modificación a esta ley, para que se vaya acomodando a la realidad que estamos viviendo en el sector Salud, donde las denuncias han ido en aumento y no tenemos las resoluciones necesarias, siendo necesario que se incorpore a los gremios en la elaboración y ejecución de los protocolos.

Lo anterior ha generado un retraso en la resolución de casos, promediando entre 4 a 6 meses, muy lejos de los 30 días que por ley se exige para resolver las denuncias, lo cual afecta la eficacia del sistema toda vez que el trabajador o trabajadora que decida presentar una demanda tendrá la acción caduca, generando un impacto negativo en las expectativas respecto a la resolución del conflicto. Situaciones que, especialmente dentro del sector Salud, afectan principalmente a mujeres, quienes lo componen de manera mayoritaria y que han presentado la mayor cantidad de denuncias, lo cual evidencia su mayor vulnerabilidad en el mundo laboral. Una realidad que nos toca enfrentar habitualmente y que afecta fuertemente las condiciones de trabajo decente que demandamos a la autoridad, en materias que tienen que ver con la honra de las personas y sus familias, así como la integridad física, psíquica, sin que ello deba significar que bajen las contrataciones de trabajadoras o sus desvinculaciones para evitar este tipo de conflictos, debiendo actuar ante este tipo de hechos de manera preventiva.

En definitiva, a un año de la entrada en vigencia de la Ley Karin aún persisten desafíos para su implementación, además de efectuar actividades de orientación, sensibilización y capacitación dirigidas a todos los trabajadores y trabajadoras, porque no basta con dictar los reglamentos o establecer los procedimientos si no hay una tarea de divulgación de cuáles son las obligaciones de los trabajadores y el tipo de conductas que están prohibidas por la ley.

Esto, dentro de la materialización de una parte del Convenio 190 a través de esta normativa, la cual nuestro país ha suscrito y que debe cumplir de manera cabal.

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