- Presidenta de CONFEDEPRUS se refirió a la grave situación por la que está pasando el sistema asistencial, emplazando a las autoridades a asumir su responsabilidad política.
Hace unos meses, en mayo pasado, el hospital San José -ubicado en la comuna de Independencia- vivió una jornada de movilización por parte de sus trabajadores y trabajadoras que se extendió durante varios días. Falta de insumos básicos para la atención, como camas, personal y materiales para poder desarrollar sus labores, en un hospital que fue creado para unas 400 mil personas y que hoy debe absorber sobre el millón, llegando a tener que hospitalizar personas en el suelo o sillas plásticas, son parte de un colapso que fue abordado entonces por el Minsal con la instalación de un hospital de campaña. “Soluciones” de parche que se replican en otros casos y que no logran dar solución a los problemas de fondo, que tienen que ver con recortes presupuestarios que desmantelan la Salud Pública en beneficio del negocio de la privada y cuyas consecuencias las pagan los miles de usuarios y usuarias del sistema, quienes muchas veces deben esperar 10 horas y más por atención, o meses y hasta años, llegando a la escandalosa cifra de 26 mil personas muertas en listas de espera sólo durante el año pasado.
La deuda
hospitalaria estimada del San José es de unos 14 mil millones de pesos,
situación que se repite en muchos otros recintos de salud pública, impactando
finalmente a la ciudadanía. “Esta situación de crisis financiera sigue
aumentando, con todo lo que ello conlleva en cuanto al desabastecimiento de
insumos, atención y vulneración de derechos. Lo hemos visto en hospitales
también de la Quinta región, o en Temuco, en donde incluso se han debido
suspender intervenciones quirúrgicas programadas con meses de anticipación, con
resultados de muerte.
De hecho y según datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, la deuda
hospitalaria de 2018 fue un 9 % mayor a la del 2017, año en que alcanzó unos
260 mil millones de pesos. Esto es muy grave, una bola de nieve que no para de
crecer y detrás hay responsabilidades políticas de las que la autoridad no se hace
cargo”, señala Consuelo Villaseñor, presidenta de CONFEDEPRUS. “Como
organización sindical de profesionales de la Salud Pública lo hemos planteado
varias veces en distintas instancias, la necesidad urgente de inyectar recursos
al sistema en vez de recortarlos, porque eso en definitiva representa abandonar
las necesidades vitales de las personas que se atienden. Si no se destinan
recursos, no se puede comprar insumos, mucho menos pagar esta tremenda deuda,
lo cual genera que los proveedores dejarán de venderle al sistema público,
agudizándose aún más esta situación”, agrega la dirigenta.
Por su parte Mauricio Vera, encargado de la Secretaría de Salud Pública de nuestra confederación, expresa que “Fonasa no paga todas las prestaciones a precio real, muchas las paga al 60 % del valor, con lo que se crea la paradoja de que mientras más atenciones realice el hospital, más endeudamiento genera. Las políticas públicas gubernamentales están llevando año a año al colapso del Sistema Público de Salud, entregándose cada vez menos recursos a los servicios de salud y más al sector privado. En este sentido, podemos ver que la disminución de camas en el sector público es evidente, mientras en el privado crecen de manera exponencial, provocando menos cupos para hospitalización, con el consiguiente traslado al sector privado a costos elevadísimos, por sobre el 300 %”.
“El fortalecimiento del sector privado a costa del público es ideológico”
Esta realidad de falta de stock y también alimentos para los y las pacientes ya está generando una crisis sanitaria importante, alertando a diversos gremios de la Salud que han hecho ver sus inquietudes, recibiendo respuestas insuficientes de parte del Minsal, quienes le bajan el perfil a la gravedad de la situación desconociendo esta crisis. “Se han hecho llamados a la comunidad a mantener la calma, aduciendo que no se ha comprometido la seguridad y la continuidad a los usuarios, como señaló recientemente la Seremi de Valparaíso. Dicen que los servicios de salud realizan monitoreos diarios de la situación, entonces llama la atención que si eso es así no vean lo que está pasando”, agrega Villaseñor. “Como CONFEDEPRUS creemos que detrás de este desabastecimiento y abandono de la Salud Pública, que en definitiva no es otra cosa que el abandono de la ciudadanía y la vulneración flagrante de sus derechos, hay elementos ideológicos de fortalecimiento del negocio privado de la Salud mediante su privatización, así como pasa también en otras áreas relacionadas con los derechos de las personas. Prueba de ello es la Reforma a la Salud que está tratando de implementar el actual gobierno, y que en el fondo representa debilitar el sistema público, desmantelarlo, asfixiarlo, para poder beneficiar a las isapres ante la pérdida de afiliados y afiliadas debido a sus alzas unilaterales de precios en sus planes de Salud y a costa de Fonasa, que es donde se atiende la gran mayoría de chilenos y chilenas. Precarización de la Salud Pública que, además, incide directamente en los diversos episodios de agresiones que han debido enfrentar trabajadores y trabajadoras del sistema por parte de usuarios y usuarias que no reciben la atención que debiesen recibir, generando como consecuencia además situaciones de ausentismo laboral ante esta realidad que es agobiante y estresante”.
Finalmente, y ante los recientes anuncios del Presidente Sebastián Piñera respecto a la construcción de nuevas infraestructuras hospitalarias mediante la modalidad de alianzas público-privadas, la presidenta de CONFEDEPRUS señaló que “siempre hemos estado en contra de estas concesiones, pues generan un mayor gasto al Estado, reduciendo el presupuesto en Salud destinado a insumos y recursos humanos. No sólo se trata de contar con infraestructuras nuevas si no están los recursos para financiar una atención digna, oportuna y de calidad a los miles de usuarios y usuarias del sistema”, puntualizó Villaseñor.
