EDITORIAL: Entre el paro del 11 y el 1 de mayo
El pasado jueves 11 de abril, miles de trabajadores y trabajadoras de diversas organizaciones sociales y sindicales, entre ellas CONFEDEPRUS junto a nuestras federaciones de regiones, nos desplegamos en distintos puntos del país durante la jornada de paro nacional activo convocado por la CUT, con el objetivo de visibilizar las demandas de los gremios y emplazar al Gobierno para que cumpla con sus promesas y compromisos, muchos de los cuales siguen pendientes y que, pasada más de la mitad del periodo presidencial, muestran un bajo porcentaje de avances y concreción, tanto en temas sectoriales como generales. Demandas transversales que quedaron registradas en el “Manifiesto Social” al cual nos suscribimos junto con todas las organizaciones sindicales y sociales, con énfasis en exigencias tendientes a terminar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, además de llamar al Gobierno a darle celeridad a reformas contempladas en su programa, como la tributaria y al sistema de pensiones.
La convocatoria congregó a miles de personas, especialmente en Santiago donde trabajadores y trabajadoras nos desplazamos masivamente por la Alameda, marcando un hito en términos de movilización luego de una pandemia y dos procesos constituyentes fallidos que sin duda desgastaron los ánimos de la ciudadanía, instalando un escenario distinto y desmovilizador. Sin embargo, y a pesar de ello, las necesidades objetivas persisten, no han sido satisfechas las demandas de la población en diversos temas relacionados con derechos sociales y humanos fundamentales, entre los cuales está el derecho a un trabajo decente. Por ello, como CONFEDEPRUS y junto con otros gremios hemos decidido unir fuerzas para rearticular nuestras luchas comunes y darles un nuevo impulso a las demandas pendientes, retomando nuestra presencia en la calle como espacio natural de la lucha sindical y social, para que el gobierno cumpla sus promesas con los trabajadores y las trabajadoras del país, quienes fuimos un actor decisivo en su triunfo en segunda vuelta ante la opción de una ultra derecha que amenazaba -y amenaza- el avance de nuestra lucha por derechos sociales y humanos.
Ante un nuevo 1 de mayo ad portas, Día del Trabajador y la Trabajadora, como gremio de la Salud Pública insistimos en nuestra exigencia respecto del cumplimiento de los compromisos suscritos por el Ejecutivo, a través de un diálogo que dé frutos reales y concretos dentro de plazos razonables en vez de seguir dilatando la entrega de soluciones efectivas mediante la instalación de “mesas cojas” que sólo representan una falta de seriedad y respeto hacia quienes hacemos posible la atención de la población en el sistema público, a quienes se nos ha dado vuelta la espalda. No es posible avanzar hacia una Salud Pública digna, oportuna y de calidad sin poder por fin levantar con fuerza las justas reivindicaciones del equipo de trabajo. Ante esto, hoy más que nunca debemos tomarnos las calles para insistir en nuestras demandas y exigir lo que nos deben, que el presidente Boric cumpla los compromisos que ha establecido con nuestra organización, con la Salud Pública y con los trabajadores y las trabajadoras del país. Si el gobierno quiere un movimiento social más activo en la demanda al Congreso del avance de las reformas de su programa, primero debe cumplir sus promesas.