Hace unos días se desarrolló la primera asamblea nacional extraordinaria de nuestro gremio, cuyos temas tratados y definidos como prioritarios para la organización como parte de su plataforma político sindical fue presentada y compartida durante el XIII Congreso Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras, CUT, de manera de poder recuperar los temas país relevados desde la exigencia del Soberano en el Estallido Social, que aún siguen sin solución, diluyéndose a la fecha y que nos impulsan a no cerrar el debate por un nuevo proceso constituyente, que en un futuro permita a millones de chilenos y chilenas la recuperación de derechos vulnerados.
Exigir, por ejemplo, reformas profundas y estructurales en Salud, que den respuesta a la demanda de millones de chilenos y chilenas, como derecho consagrado en una nueva Constitución y garantizado por el Estado, esto en contraposición al concepto neoliberal de la salud como negocio, cuyo acceso depende del bolsillo de las personas y cuya mantención se posibilita gracias al desmantelamiento del sistema público, con traspaso de recursos para beneficiar la lógica de la industria de las isapres, externalizando servicios propios del estado y con una política de concesiones para la construcción hospitalaria en las que los privados tienen participación. Esto, junto con una reforma sustancial al sistema de pensiones eliminando las AFP, constituyen elementos centrales para terminar con el negocio de derechos sociales relacionados con materias de seguridad social.
Otro de los puntos pendientes tiene que ver con poder tener un trabajo decente en todos los ámbitos laborales, tanto en las áreas de servicios como de producción, de manera de instalar el resguardo del trabajo en el centro del debate, lo cual resulta fundamental para el desarrollo del país, toda vez que ello implica las definiciones de defensa en contra de la precariedad laboral, las remuneraciones y la seguridad funcionaria, lo cual incluye el respeto y desarrollo de los avances sobre la reivindicación de derechos de la mujer trabajadora. Entre otros, el cumplimiento de plazos acotados para la implementación del Convenio 190 de la OIT por ambientes libres de violencia y acoso, que permitan el desarrollo laboral y profesional de las mujeres trabajadoras.
Como CONFEDEPRUS, siempre hemos sostenido que la Salud no sólo es la ausencia de enfermedad, sino también la existencia de factores determinantes de un buen vivir, entre los cuales uno de los fundamentales tiene que ver con el resguardo y cuidado del medio ambiente, estableciendo el resguardo y buen uso de los recursos naturales, ambos elementos muy vinculados entre sí en vista del modelo productivo imperante, el que focaliza sus prioridades en la rentabilidad del negocio a costa, muchas veces, de los impactos socioambientales que ello genera en los territorios, ecosistemas y comunidades, dentro de las cuales los trabajadores y las trabajadoras se ven expuestos y expuestas a procesos contaminantes, especialmente en aquellas zonas llamadas “de sacrificio” producto de la intervención humana.
Todo lo anterior requiere de una reforma tributaria que permita obtener los recursos necesarios para el financiamiento de los temas sociales pendientes, para lo cual es indispensable una oposición que abandone el papel obstruccionista que ha desplegado hasta ahora en sus afanes políticos por perjudicar a la actual administración, sin considerar que en ello son las personas las más perjudicadas. Por esto, creemos que es fundamental una planificación de movilización que acompañe a la plataforma de lucha, con el fin de establecer una agitación permanente por los temas transversales que afectan a las trabajadoras y los trabajadores, así como que esta instancia influya en la política y en la pauta de los medios de comunicación abierta en representación de la posición de las y los trabajadores de Chile.