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EDITORIAL: La Salud depende del fortalecimiento de sus trabajadoras y trabajadores

EDITORIAL: La Salud depende del fortalecimiento de sus trabajadoras y trabajadores

Durante el año  pasado, como CONFEDEPRUS sostuvimos diversas reuniones, junto con otros gremios, con el gobierno para avanzar en un acuerdo de carrera funcionaria, en las que expusimos la situación de las distintas plantas de los funcionarios y funcionarias de la Salud, señalando el retraso que existe con los ascensos en los estamentos auxiliares, administrativos y técnicos, además de insistir en la urgencia de acelerar los procesos pendientes de algunos de ellos, eliminando aquellas trabas que han hecho imposible lograr este objetivo, como es el de una nueva carrera funcionaria.

Hoy sólo el 29% de los profesionales se encuentran en la titularidad, lo que implica que un 71% no tiene acceso a una carrera funcionaria, transgrediendo el artículo 10 de la ley 18.834, donde se señala que al menos el 80% debe ser titular; sin embargo, quienes se encuentran en ese 29%, no son tan afortunados o afortunadas, ya que la estructura de la planta se asemeja a un embudo invertido, impidiendo una real carrera funcionaria. Para ello, es fundamental tener claridad acerca de las propuestas expuestas por la autoridad, las que hasta ahora nos parecen insuficientes respecto de poder lograr un incremento mayor respecto, por ejemplo, del ingreso de contratas a la titularidad, de manera de alcanzar al menos el 80% de titulares y mejorar porcentajes en grados para permitir, por fin, una carrera funcionaria, inserta en una reforma integral a la Salud que dé garantías de calidad, oportunidad y universalidad, de manera de poder tener condiciones laborales, económicas, y propiedad en el empleo.

Las y los profesionales de la Salud Pública merecen que sus derechos en relación con sus condiciones laborales sean respetados, debiendo garantizárseles un desarrollo integral, activo y permanente que asegure una carrera funcionaria digna, con titularidad, estabilidad y propiedad en el empleo. Porque el sistema público de salud requiere que la promoción y ascenso de sus trabajadores y trabajadoras se haga de manera clara, para otorgar estabilidad funcionaria y la posibilidad de optimizar la situación laboral en virtud de los méritos y la antigüedad de cada trabajador o trabajadora, mejorando el funcionamiento de la red asistencial y, con ello también, la atención a los usuarios y las usuarias del sistema.

Como CONFEDEPRUS, hemos luchado desde nuestros comienzos por la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras profesionales de la Salud Pública centralizada que representamos en la Mesa del Sector Público, en cuanto sus condiciones laborales y de garantías de trabajo decente, entendiendo que el fortalecimiento del sistema parte desde su equipo de trabajo, piedra angular que tiene directa relación además con otro derecho, como es el de la población a tener acceso a una atención digna, oportuna y de calidad.

Por ello, reiteramos la necesidad de actuar con sentido de urgencia para resolver y dar respuestas a estas legítimas demandas, como poder tener una ley de encasillamiento tanto para titulares como contratas, con un grado de inicio en 12 y de término en 4 y porcentajes por grado que aseguren real movilidad y carrera funcionaria para al menos el 80 % de los trabajadores y las trabajadoras. Avances que requieren no sólo de mayor periodicidad en las reuniones, sino de que éstas también den frutos concretos mediante metodologías de trabajo efectivas y eficaces que permitan alcanzar, al más breve plazo, un protocolo de acuerdo con una nueva ley de encasillamiento que haga justicia a las y los profesionales aumentando y mejorando la distribución de los cargos titulares eliminando grados de inicio y creando nuevo grado tope en la planta, como parte del cambio estructural para una carrera funcionaria que sea capaz de garantizar, a través de una adecuada administración de personal, la igualdad de oportunidades para el ingreso, la capacitación, el ascenso, la estabilidad en el empleo y la objetividad en las calificaciones por mérito, antigüedad e idoneidad.

El modelo actual de carrera funcionaria dado por los DFL de los Servicios de Salud discriminan a los y las profesionales, a los trabajadores y las trabajadoras de la Salud que hemos entregado tanto para el cuidado de la población, por lo que merecemos respeto, dignidad y principalmente que se cumplan los compromisos y acuerdos.

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