La “nueva normalidad”: la realidad del discurso oficial del gobierno
Reinaldo Barría
Kinesiólogo
Director de Comunicaciones CONFEDEPRUS
Hace 3 semanas, el presidente Sebastián Piñera llamó junto a su ministro de Salud, Jaime Mañalich, a una “nueva normalidad”, en la cual los chilenos y chilenas debíamos retomar los trabajos mediante un “Plan de retorno seguro”. Es así como el gobierno, desde el Ministerio del Interior y el de Hacienda, envió un oficio para que los funcionarios y funcionarias públicos/as volvieran a trabajar, de manera de poder disponer de este contingente laboral trabajando a mediados de mayo.
Hoy, a 3 semanas de ese anuncio, vemos como resultado de esa “nueva normalidad” una curva ascendente que incrementa su crecimiento de manera exponencial, correspondiendo el porcentaje de contagios de mayo al 54 % del total de los casos. En este escenario, la autoridad anuncia hoy una cuarentena total para la provincia de Santiago, sumando las comunas de San Bernardo, Buin, Padre Hurtado, Puente Alto, Lampa y Colina, pertenecientes a la región Metropolitana. Es decir, la “nueva normalidad” consiste en que cerca de 7 millones de personas se encuentren en cuarentena.
Vemos cómo las camas UCI de los establecimientos de Salud del sistema se encuentran casi colapsadas, con un índice ocupacional en la región Metropolitana de un 95%, además de fallecimientos de pacientes que han sido derivados/as a sus casas y usuarios/as que han llegado a servicios de urgencia sin que se les haya alcanzado a conectar a ventilador mecánico por la gravedad y premura con que se necesitaba atención.
La “nueva normalidad”, con un sistema de Salud que colapsará en pocos días, donde el gobierno informa de casos positivos asintomáticos como si fueran buenas noticias, sin saber cómo evolucionarán, al igual que lo hacía el ministerio de Salud respecto de los recuperados, considerando dentro de esta clasificación a los y las pacientes que aún seguían hospitalizados/as, algunos/as de gravedad y otros/as que finalmente fallecían. Que hoy una persona no tenga síntomas no significa que en unos días no los pueda tener o incluso morir, por lo que esa información no tiene ninguna relevancia si no se la da seguimiento, sólo dar una falsa sensación de control dentro de esta “nueva normalidad”.
El propio ministro de Salud había señalado en varias de sus intervenciones que el peak de la curva se produciría a fines de abril, principios de mayo. Cabe preguntarse, entonces, ¿cuál ha sido la coherencia entre el discurso y las medidas sanitarias? Sabemos que los datos no reflejan la realidad actual, que van desfasados unos días; sabemos también que hay más casos positivos que los que se informan oficialmente. Hemos conocido miles de casos en los cuales se toma un examen para COVID-19 y los resultados de éstos se entregan más allá de 7 días, así como de otros en los cuales las muestras se han perdido por falta de recursos humanos o insumos para procesar estas muestras.
En resumen, en los últimos 12 días de esta “nueva normalidad” se ha producido el 54,4% de los contagios, versus el 46,6% de los producidos en los primeros 58 días. Cerca de 7 millones de personas en cuarentena, 34.381 contagios conocidos, 346 fallecidos y un sistema de Salud al borde del colapso.