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“Sin unidad y sin movilización los avances serán siempre parciales e insuficientes”, señaló Camila Fuentevilla, presidenta de nuestro gremio, quien lamentó la baja participación.

Durante la madrugada de este miércoles el Gobierno, a través de los ministros del Trabajo y de Hacienda, dio por finalizada la negociación con la Mesa del Sector Público de la CUT, espacio de representación en donde como CONFEDEPRUS hemos tenido una activa participación en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras de la Salud Pública del país. El acuerdo, que contempla ejes remuneracionales y de derechos laborales, incorpora un reajuste de un 2% a contar de diciembre de 2025 y un 1,4% adicional desde junio de 2026, porcentajes que también se aplicarán para los aguinaldos. Asimismo, se instala la posibilidad de un Bono de Término de Negociación, fijado en $150.000 para las rentas más bajas y $75.000 para las rentas más altas, valores que se reflejarán en el protocolo de acuerdo.

Junto con lo anterior, se incorporan compromisos legales como el fortalecimiento de la libertad sindical y del ejercicio sindical pleno, la indemnidad remuneracional para terminar con el castigo económico a dirigentas y dirigentes, la renovación de contratas, incorporando el principio de confianza legítima a los dos años, la protección a la maternidad, así como ajustes al incentivo al retiro para corregir las falencias de la legislación vigente, prórroga del teletrabajo y condonación de los cobros en Hospital Padre Hurtado, derivados de auditorías del Servicio de Salud. Avances que deberán ser defendidos con firmeza durante su tramitación legislativa.

Al respecto la presidenta de nuestro gremio, Camila Fuentevilla, señaló que “estas cifras se mantienen por debajo de las reales necesidades de las y los trabajadores del Estado y lejos de una recuperación total del poder adquisitivo, en una negociación que se desarrolló en un contexto marcado por la subordinación a cálculos electorales, particularmente en el marco de las elecciones presidenciales, por la intención de incorporar a organizaciones que no forman parte formal de la Mesa y por la ausencia de una estrategia de movilización. A ello se suma, desde nuestra propia organización, una baja participación de dirigentas y dirigentes en los espacios de acción y movilización convocados. Por ello y en coherencia con nuestro ejercicio democrático, el Consejo Directivo Nacional —instancia constituida por la totalidad de las Federaciones— ha resuelto no firmar el protocolo de acuerdo, asumiendo con la responsabilidad que nos caracteriza las definiciones adoptadas de manera colectiva”.

“Este escenario confirma que, sin organización, sin unidad y sin movilización, los avances serán siempre parciales e insuficientes. Por ello, se vuelve imprescindible realizar una evaluación profunda, crítica y autocrítica de esta negociación, asumir las responsabilidades políticas que correspondan y reconstruir una estrategia sindical que vuelva a poner en el centro a las y los trabajadores del Estado como sujeto activo de la lucha”, agregó.

Por último, la presidenta de CONFEDEPRUS señalo que “nuestro desafío inmediato es defender en el Congreso cada uno de los compromisos alcanzados, evitando retrocesos o reinterpretaciones que perjudiquen a las y los trabajadores. Pero, al mismo tiempo, debemos prepararnos para un cambio de escenario político, fortaleciendo la organización de base, la participación sindical y la disposición a movilizarnos, porque los derechos no se conceden: se conquistan”.